¿El implante dental es mejor que un diente natural?
¿Qué es mejor, un implante dental o un diente natural?
Si entraste a este blog en busca de una respuesta corta, debo decirte que no, el implante no es mejor que una pieza dental.
Voy a acudir a tu sentido común. qué elemento artificial introducido dentro del cuerpo humano es mejor que su versión natural? Ninguna.
El implante no escapa a esta verdad universal.
La confusión proviene, seguramente, en la constitución metálica del implante dental. Por este motivo, las personas que concurren a la consulta odontológica con una pieza dental en mal estado, pero que puede ser salvada con los tratamientos adecuados, prefieren extraerla y en su lugar colocar un implante dental. Ellas piensan que, al ser de metal, no va a tener ningún tipo de problemas, ya que las caries no afectan al metal o a la cerámica de uso dental. Esto es cierto, pero se olvidan que hay otra enfermedad muy importante en la cavidad bucal que ataca en los tejidos de sostén de la pieza dental: el ligamento periodontal y el tejido óseo que rodea al diente.
Si te ha entrado la curiosidad y ahora estás interesado en descubrir cuál es la respuesta larga, sigue leyendo.
Para entender un poco, debemos conocer cómo es la anatomía y la fisiología de una pieza dental.
El diente está constituido por varios tejidos dentro de estos tejidos podemos nombrar al esmalte, la dentina y el cemento. Pero, lo más importante para responder a esta pregunta es el tejido que une al diente con el tejido óseo. Este tejido se denomina ligamento periodontal y junto con el cemento de la raiz del diente, la encia y el hueso circundante forma un complejo que se denomina periodonto.
El ligamento periodontal, no es otra cosa que fibras colágenas que unen a la raíz del diente con el tejido óseo que lo rodea. Este ligamento periodontal es similar en su constitución a los ligamentos que unen los músculos con el tejido óseo y que permiten los movimientos.
Por el ligamento periodontal el diente tiene movimiento. Habitualmente este movimiento es imperceptible. Gracias al ligamento periodontal podemos corregir mal posiciones dentarias a través de un tratamiento de ortodoncia debido a que frente al movimiento el ligamento saca hueso donde ya no lo necesita y lo coloca en su posición nueva.
Como todo tejido en nuestro organismo está vivo el ligamento periodontal aparte de estar formado por fibras colágenas está compuesto por arterias venas terminaciones nerviosas y células que se encuentran dentro de estos tejidos. Como todo nuestro organismo el ligamento periodontal está preparado para recibir y responder frente a situaciones de agresión, cómo golpes, fuerzas excesivas sobre el diente e infecciones.
Explicado en palabras sencillas este ligamento es un amortiguador del diente que también puede hacer frente a infecciones locales.
Explicado cómo funciona este ligamento ahora vamos a comentar qué sucede en el caso del implante dental.
El implante dental, como dijimos en un comienzo, es artificial, es decir que fue fabricado por el ser humano.
Si no lo sabes, el implante dental se une al tejido óseo por un proceso que se denomina óseo integración. La óseo integración es una unión íntima entre el implante dental y el tejido óseo. integración es posible debido a que los implantes dentales están realizados con un metal denominado titanio. El titanio es un material biocompatible y gracias a esta característica, las células del tejido óseo lo reconocen como un “amigo” y se pegan a él formando hueso. El implante en su superficie tiene espiras y es rugoso, no es liso como la superficie del diente. Tanto las espiras como la rugosidad de la superficie del implante, están concebidas para aumentar el anclaje en el hueso. Esta característica, también es muy importante para dar base a la respuesta rápida que dimos en el comienzo de este artículo.
Entre la unión del implante con el tejido óseo, no existe un ligamento periodontal, ¡recuerda esto!
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| Comparacion en la unión con el hueso del diente natural con implante dental |
Resumiendo, las diferencias entre implante dental y diente:
El diente natural tiene un ligamento periodontal que lo une al hueso y la superficie del diente en la raíz es lisa. En cambio, el implante no posee ligamento periodontal y está Unido íntimamente al hueso y su superficie tienes espiras y es rugoso.
¿Qué factores externos agreden al implante dental y al diente natural?
Tanto al diente como al implante lo afectan las mismas cosas: Fuerzas masticatorias, fuerzas laterales por bruxismo y enfermedades gingivales y perioodntales. Al ser dos estructuras totalmente diferentes cada uno reacciona de forma diferente.
A continuación, vamos a someter al implante dental y al diente, en las mismas situaciones que habitualmente se producen en la cavidad bucal.
Fuerzas masticatorias:
ambos están preparados para recibir fuerzas que impactan en forma paralela a su eje. Gracias al diseño del implante dental este, no sufre estrés frente a la masticación. A través de su anatomía el implante distribuye estas fuerzas a través del hueso que lo rodea.
El diente, a su vez, tiene una anatomía radicular y un ligamento periodontal que distribuyen en forma óptima dichas fuerzas masticatorias.
Fuerzas laterales por bruxismo:
El diente tiene buena resistencia y adaptación para soportar las fuerzas de rozamiento y presión producidas durante los episodios de bruxismo. Esta resistencia de adaptación, es de vida a la ubicación de las fibras colágenas que constituyen alimento. Gracias a ella, aparte de amortiguar las fuerzas a que es sometido, tiene la capacidad de formar tejido óseo más resistente a su alrededor.
En cambio, el implante dental tiene poca resistencia y casi nula adaptación a las fuerzas ocasionadas por el bruxismo. Esta deficiencia es causada por la ausencia del ligamento periodontal. Cuando el bruxismo se produce se genera presión directa sobre el hueso que rodea al implante. Esta presión actúa directamente sobre el tejido óseo reabsorbiendolo. Esto quiere decir que el hueso comienza a perderse y el implante va perdiendo anclaje en él.
Cuando este hueso comienza a perderse en la parte más cercana a la encía, quedan expuestas a la cavidad bucal las espiras y rugosidades de la superficie del implante.
Al quedar expuesta la superficie del implante que debía estar rodeada completamente por el hueso, las bacterias comienzan a colonizar dicha superficie. Al ser una superficie rugosa y áspera, eliminar dichas bacterias con la higiene bucal diaria es imposible. Al no poder ser eliminadas estas bacterias, producen una infección crónica que acelera la perdida del hueso de sostén del implante en forma progresiva.
Cuando estas primeras espiras quedan al descubierto, la progresión de la pérdida de hueso es constante y al cabo de algunos años, se puede llegar a la pérdida del implante dental. Esto se donima perimplantitis.
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| Perimplantitis |
Enfermedades gingivales y periodontales:
Existen diferentes tipos de enfermedades gingivales y periodontales, pero las que en este artículo nos compete son dos: gingivitis y periodontitis.
Cuando hablamos de gingivitis y periodontitis nos estamos refiriendo a esta enfermedad gingival cuando afecta a la pieza dental natural. En el caso de qué estas enfermedades afecten al implante dental, reciben el nombre de mucositis y perimplantitis.
En ambos casos la enfermedad es la misma, pero al afectar a diferentes tejidos involucrados en este proceso se le ha cambiado el nombre.
La gingivitis o mucositis afecta solamente a la gingiva que rodea al implante o al diente. No afecta a los tejidos de sostén de ambos. En cambio, la periodontitis o perimplantitis afecta a la gingiva que rodea ambos, pero también a los tejidos que le dan sostén a la pieza dental o al implante.
Si uno no higieniza correctamente los dientes, la placa dental se acumulará y como resultado se producirá una gingivitis. Sí eliminamos con la higiene bucal esta placa acumulada, la gingivitis desaparecerá. Pero si está gingivitis por higiene incorrecta permanece por más tiempo, puede transformarse en una periodontitis. Para que suceda esto deben encontrarse otros factores predisponentes. No siempre sucede
Tratar una gingivitis es sencillo, con mejorar la higiene dental y eliminar el sarro dental es suficiente. Tratar una periodontitis es más complejo, ya que es necesario un tratamiento de limpieza dental más profundo y la utilización de otras técnicas quirúrgicas y/o medicamentosas.
En el caso de que se produzca una mucositis, el tratamiento es similar al diente, mejorar la higiene y eliminar el sarro circundante al implante. Pero, el paso de una mucositis a una periodontitis es mucho más común que en un diente natural ya que no existe el complejo de tejidos que comprenden al ligamento periodontal. Si se produce una perimplantitis, el tratamiento es similar a la pieza dental, pero la limpieza profunda para eliminar la infección que se encuentra pegada a las espiras y rugosidad del implante, es muy compleja y el pronóstico no es muy bueno. Por este motivo es indispensable evitar todo tipo de infección por parte de la placa dental peri implantar.
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| Perimplantitis |
¿Existen otros factores a tener en cuenta para saber si el implante dental es mejor que una pieza dental?
Otro tema, que hay que tener en cuenta para responder si el implante dental es mejor a una pieza dental natural es el éxito del tratamiento.
Como todo tratamiento médico, la colocación del implante dental en la cavidad bucal no tiene un porcentaje de éxito del 100%. El pronóstico de éxito de un implante dental en su colocación y en la formación De la Hoz integración ronda el 90%. Eh decir, que estadísticamente, hay un 10% de probabilidades que este implante dental nunca se una al hueso y, por consiguiente, el implante fracasa dentro de un período de 3 meses después de colocado y hay que retirarlo. En un gran porcentaje de casos, es posible volver a colocar otro implante dental nuevo en ese lugar. Pero no siempre es posible.
En cambio, el porcentaje de éxito y permanencia de una pieza dental natural es mayor. Por este motivo, siempre va a tener mejor pronóstico un tratamiento de rehabilitación de un diente que el reemplazo de éste por un implante dental.
También, un tema importante a tener en cuenta es el factor estético, principalmente en los dientes anteriores. Lograr una estética natural utilizando un implante dental es mucho más complejo que utilizando la raíz dental para rehabilitarla. Esto es debido a que en el proceso de perder el diente y colocar el implante dental se puede llegar a perder el nivel óseo que luego se traduce visualmente en una corona dental más larga que el resto de sus dientes vecinos y esto es una falla estética muy difícil de solucionar. Este problema es bastante comun que suceda en el remplazo de un diente anterior con un implante dental.
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| Comparacion del nivel de la encia en una corona dental con un implante dental sin niel oseo adecuado con un diente vecino natural |
En cambio, al permanecer una raíz dental, el nivel óseo se mantiene y visualmente, la corona dental artificial sobre dicha raíz, es anatómicamente similar a sus dientes vecinos.
¿En que es mejor el implante dental al diente natural?
Retomando un tema tocado al inicio de este artículo, la única ventaja del implante dental sobre un diente natural eso estructura metálica. Al estar constituido de metal, la placa dental que produce las caries no lo puede afectar. Por consiguiente, el implante y su corona nunca van a tener caries.
En cambio, un diente natural rehabilitado con una corona o funda dental, es posible que se produzca una caries entre la unión del tejido dental con la corona artificial. Esto se denomina filtración por caries.
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| Filtracion por caries debajo de la corona o funda dental |
RESUMEN:
EN TODO TRATAMIENTO REALIZADO TANTO SOBRE UN DIENTE O UTILIZANDO UN IMPLANTE DENTALES, ES INDISPENSABLE UN CONTROL Y SEGUIMIENTO A LO LARGO DE LOS AÑOS PARA PREVENIR LAS PATOLOGIAS ANTES DESCRIPTAS.
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